EL ESTRES DURANTE EL EMBARAZO

1.- Introducción.

Hace mucho tiempo la Psicología del desarrollo enfocaba casi toda su atención en el niño en desarrollo. Hoy día se reconoce que el desarrollo se extiende a lo largo de toda una vida. Aún más, se reconoce que hay un desarrollo de vital importancia antes del nacimiento. Es por eso que lo que se pretende a través de este blog es analizar un punto importantísimo del ciclo vital dejado de lado por tanto tiempo, al cual le fue restada importancia y que a través de las últimas investigaciones se ha descubierto la gran influencia que puede ejercer en el futuro del nuevo ser.

A través del presente se analizará el período prenatal, el proceso en sí, sus tres estadios y los diversos estímulos que pueden ser decisivos para el desarrollo y el futuro comportamiento del bebé, enfocándonos principalmente en las emociones de la madre y el desarrollo humano.

2.- Periodo prenatal

El periodo que comprende desde la formación del cigoto hasta el parto presenta la etapa que en Psicología del Desarrollo se identifica como Periodo Prenatal, este periodo se divide en tres etapas: la etapa germinal, embrionaria y fetal.

·         Periodo del cigoto o etapa germinal (semana 1 y 2)

En este periodo el cigoto empieza a dividirse y el número de células se multiplica, al final de la segunda semana tras la formación del cigoto, éste se adhiere a la pared del útero, se forma la placenta, dentro de la cual se desarrollará el feto.

·         Etapa embrionario o del embrión (semana 3-8)

Al cigoto se le llama embrión una vez que se anida por completo en la pared uterina, donde se da la diferenciación de las distintas partes y órganos del cuerpo humano, ahora el embrión esta unido a la madre por dos estructuras, la pared uterina y el cordón umbilical que contiene los vasos sanguíneos que lo conectan a la placenta, la cual permite intercambiar los nutrientes.. Durante este periodo el producto es más vulnerable a las influencias del ambiente y puede darse un aborto espontáneo.  Cuando el embrión se asemeja a  un ser humano pasa a considerarse feto, y lo único que falta es que pase a funcionar en forma apropiada.

·         Etapa fetal (semana 9-38)

Comienza cuando el cartílago inicia a convertirse en hueso y termina con el parto. En este periodo se desarrollan las partes y órganos del cuerpo. Se dá el desarrollo de los sistemas indispensables para la vida humana. Los cambios indican que el feto empieza a manifestar conductas; responden a estimulación como la música o al movimiento, esto depende del desarrollo de los músculos y del sistema nervioso.

3.- Factores Generales de Riesgo

La edad es uno de los factores que pueden influir de manera importante en la concepción del bebé. A la edad de 35  años o más, todavía son fértiles, embarazarse no es un impedimento si lo planean y también sin desearlo. Sin embargo existe un alto índice de mortalidad y morbilidad en edades de adultez. Los problemas comunes en los embarazos son más comunes y pueden agravarse. De igual forma pueden existir mayores probabilidades de aborto, una mayor probabilidad de tener gemelos, además de aumentar el riesgo de anormalidades cromosómicas, siendo el más común el síndrome de Down.

De igual forma, en el caso de las mamás adolescentes, es decir, mujeres de menos de 20 años, se hace más probable el nacimiento de bebés de manera prematura, y una gran posibilidad de muerte prenatal. De igual forma, se a demostrado que los niños nacidos de madres adolescentes no logran un buen aprovechamiento escolar, y presentan problemas de conducta, debido a las condiciones de vida que éstos tienen, ya que en su mayoría se presentan problemas económicos y relaciones conflictivas entre los padres.

3.1  Nutrición

La nutrición es un factor importante para el desarrollo del menor y la salud de la madre, un descuido en este aspecto  puede traer graves riesgos en la salud del bebé,  ya que cuando disminuye la alimentación de la madre, el feto adopta estrategias de sobrevivencia: puede cambiar los nutrientes que consume para obtener energía o alterar la producción de hormonas, sobre todo la insulina que regula el crecimiento o redistribuye el flujo sanguíneo que cuida a los principales órganos, incluyendo el cerebro. Las adaptaciones que se produzcan durante el desarrollo temprano tienden a ocasionar efectos "permanentes" en la estructura corporal y el metabolismo, fenómeno que se llama "programación fetal". Otros de los problemas que puede generar una mala alimentación durante en el embarazo son: a) Retardo de crecimiento del bebé dentro del útero. b) El bebé puede presentar un menor coeficiente intelectual y c) Mayor índice de mortalidad infantil perinatal.

3.2  Contaminación

La contaminación que respiran las mujeres embarazadas puede tener efectos muy perjudiciales para el feto. Las futuras madres que respiran altos niveles de ozono y monóxidos de carbono durante la gestación tienen mayor riesgo de que sus hijos nazcan con malformaciones faciales y cardíacas. Por otro lado, los partos prematuros pueden desencadenarse debido a la contaminación ambiental, siendo el dióxido de carbono (NO2) su principal causante.

3.3 Factores Ambientales

En cuanto factores que influyen en el desarrollo prenatal, se identifican algunos, como el lugar donde habita, la gente con quien convive la madre, el nivel socioeconómico, peligros ambientales, teratógenos, el estrés, edad de la madre, el número de hijos que ha tenido, etc. Las influencias sobre el embarazo y el parto comienzan en el mismo momento de la concepción, se ha comprobado que la tensión emocional de la madre afecta al futuro bebé, ya que estados emocionales negativos alteran la frecuencia y cantidad de movimientos del feto que es translimitada por las sustancias químicas.

4.- Factores maternos

4.1  Enfermedades y consecuencias

El bienestar de la madre y su hijo depende de la buena salud que tuvo y tiene durante la gestación. Existe el “Sídrome de Infección Congénita Crónica” llamado TORCH que forman un conjunto de infecciones que comparten signos clínicos similares, y tienen consecuencias en los menores durante el embarazo.

T    Toxoplasmosis

O   Otros (Sífilis, HIV, varicela, etc.)

R    Rubéola

C    Citomegalovirus

H    Herpes

La RUBEOLA, provoca  daño al feto dependiendo de la edad gestacional, que va desde la sordera hasta cataratas, dichas consecuencias se pueden observar varios años después. El HERPES provoca lesiones de piel y cicatrices, entre otras. OTROS: se forma de enfermedades tales como sifilis, parvovirus, varicela, lisreriosis, etc. cuyas edades pueden ser transmisibles durante todo el embarazo, en promedio, del 30 – 40% de los fetos infectados morirán intrautero. CITOMEGALOVIRUS, considerado asintomáticos tendrán secuelas tardías, como  sordera sensorioneural, todos los sobrevivientes tendrán secuelas neurológicas como con la TOXOPLASMOSIS.

4.2  Drogas y enfermedades consecuentes

El efecto del humo de tabaco en madres que fumaron o estuvieron expuestas a éste durante la gestación puede producir disminución del peso y la longitud del recién nacido. También se ha observado que fumar durante la gestación aumenta el riesgo de abortos y de mortalidad neonatal. Investigadores han evaluado el efecto del donde se ha observado que los hijos de madres que fumaron durante el embarazo pesaron en promedio 154 gramos menos y midieron 0.79 centímetros menos, en comparación con los hijos de mujeres que refirieron no haber fumado durante el embarazo.

También el abuso de bebidas alcohólicas repercute de manera diferente en la vida y salud de las mujeres, la ingesta de alcohol durante el embarazo afecta la salud de la madre y la del feto, los bebés se ven afectados por el consumo de drogas de sus madres desde antes de nacer (problemas de peso, malformaciones congénitas, síndrome de abstinencia, entre otros) y posteriormente en su desarrollo conductual y de aprendizaje. El consumo de alcohol durante el embarazo aumenta 7.9 veces el riesgo de tener hijos prematuros y 2.1% de que posteriormente los hijos sean dependientes del consumi de alcohol.

El consumo de cocaína produce  aborto espontáneo, un parto prematuro con menor peso, con alteraciones cardiorrespiratorias y daños cerebrales irreversibles. Trastornos de la personalidad y de la respuesta a estímulos ambientales. El retraso en el desarrollo cognitivo, en el lenguaje y en la memoria viso-espacial tiene consecuencias que llevan a enfermedades como parkinson, depresión o esquizofrenia.

Las anfetaminas y drogas de diseño (Hormonas), provocan retardo del crecimiento intrauterino, malformaciones cardíacas y del paladar, abortos espontáneos, nacimientos prematuros. Las consecuencias a largo plazo en estos niños son el nerviosismo y problemas para dormir y comer, en conjunto con temblores y demasiado o muy poco tono muscular.

La mariguana también tiene daños como prematuridad, inmadurez fetal y bajo peso al nacer, a los 4 años de edad se observa retraso en la habilidad y en la memoria verbal. Después del nacimiento, algunos de los bebés expuestos regularmente a la marihuana durante el embarazo pueden presentar síntomas de abstinencia como el llanto excesivo, los temblores y dificultades al dormir.

Los fármacos (Narcóticos, sedantes, analgésicos, tranquilizantes y antidepresivos) influyen dependiendo de la etapa de desarrollo, el tipo y dosis de medicamento, y la tolerancia de la  madre a la droga. Los fármacos administrados durante la fase de embrión matan al embrión.

5.- Apego 

Otro factor relevante para un embarazo saludable es el apego, pues esté, favorece los lazos afectivos entre la madre y su hijo. Al menor le beneficia en la estimulación de un mejor desarrollo psicomotor y una futura salud óptima. Que se observa en las conductas  como mantener la mirada atenta, especialmente con su madre,  estar siempre contento. Tener buena succión y deglución, además de manifestar su hambre y plenitud, pues adquiere un patrón de alimentación regular, sin cólicos. Situaciones que no se logran observar con niños sin apego.

6.- Estrés

Mediante investigaciones se ha probado que en mayor o en menor medida el estrés tiene repercusiones en el desarrollo prenatal, distintas situaciones provocan este estado en las madres. Mismas situaciones desde hace décadas provocó a investigadores interés, buscando respuesta a los orígenes y consecuencias a corto, mediano y largo plazo.

6.1 Síntomas

§ Físicos mentales: El estrés se distingue por varios síntomas que van desde los físicos hasta los sociales. En los físicos se identifican dolor de pecho, ritmo cardíaco rápido, problemas respiratorios, dolores de cabeza, problemas de visión, rechinado de dientes, mareos, fatiga, dolor de estómago y dolores musculares. Los denominados síntomas mentales son confusión, pérdida de memoria, pesadillas, dificultad para concentrarse o para tomar decisiones y la incapacidad para dormir.

                          

§ Emocionales: Las emocionales que contemplan sentimientos de ansiedad, culpa, dolor, negación, miedo, irritabilidad, preocupación, frustración, soledad, episodios de ira o el llanto.

§ Sociales: Donde se tiende a aislar de los demás, comer demasiado o  poco, un consumo de alcohol y dorgas excesivo.

6.2  Efectos al bebé

El estrés es una respuesta adaptativa que puede implicar cambios adversos a mediano y largo plazo en madres gestantes y puede tener diversos efectos sobre el desarrollo de los infantes, el estrés materno prenatal esta relacionado con incremento en los abortos espontáneos, mayor inquietud en los fetos durante el ultrasonido, y mayor irritabilidad, en los primeros meses de vida se mantienen en llanto y dificultad para calmarse. Las madres en pretérmino se sienten frecuentemente más estresadas o angustiadas al tener frecuencia elevada de eventos estresantes.

Una de las situaciones más alarmantes por la que una mujer llega a sufrir estrés durante el embarazo es la violencia doméstica y como principal característica el bajo peso al nacer del menor, se considera  el inicio de una cadena cuyos resultados incluyen desde la muerte prematura hasta el abandono del hogar por parte del menor, la violencia vivenciada incrementa la mortalidad infantil como efectos en el desarrollo de las capacidades físicas cognoscitivas y de relación que lo limitan en el caso de sobrevivir; los padecimientos de las madres que vivencian violencia doméstica son el dolor de cabeza crónico, el abdominal, el muscular, el pélvico crónico, infecciones vaginales recurrentes, inflamación pélvica, enfermedades de transmisión sexual, abuso de drogas y alcohol, colititis y gastritis nerviosa, asma, discapacidad permanente o parcial, alteraciones del sueño y la alimentación, depresión, disfunción sexual, ansiedad, trastornos de personalidad múltiple, estrés postraumático y obsesivo-compulsivo; y consecuencias fatales, como el suicidio y el homicidio; las mujeres maltratadas  tienen tres veces más complicaciones durante el parto y posparto.  Los niños de madres que sufrieron actos de violencia pesan en promedio 449.4 g menos que las mujeres que no habían sido expuestas a actos de violencia, además de repercutir en el bajo peso al nacer también afecta el desarrollo de las capacidades cognoscitivas y sociales.

Se ha descrito que la experimentación de estrés por parte de la madre, en situaciones que percibe como aversivas o amenazantes, se correlaciona con trastornos en los infantes, los cuales se pueden manifestar en malformaciones congénitas, disminución del peso al nacer , menor tiempo de gestación, alteraciones neuroendocrinas y del neuro-desarrollo motor y sensorial, trastornos psiquiátricos como esquizofrenia y trastornos de conducta, por lo que los autores decidieron hacer un trabajo con el  objetivo de describir las características cognitivas de menores cuyas madres reportan estrés durante el embarazo, como único factor de riesgo, en mujeres de la ciudad de Bogotá. Se caracterizaron los perfiles cognitivos, a partir de las evaluaciones neuropsicológicas. Se encontró que los niños cuyas madres sufrieron estrés durante el embarazo, presentan déficits en atención, funciones ejecutivas y de velocidad de procesamiento.

Así, mismo, Li, J;¹ Jørn Olsen, ^{1, 2} Carsten Obel, ³ Jakob Christensen, ⁴ Dorthe Hansen Precht, ⁵ and Mogens Vestergaard ³ Jorn, O; Obel, C; Christensen, J; Dorthe Hansen, P. D; Vestergaard, M..(2009) examinaron la asociación entre el duelo materno por distintas situaciones y el niño durante la infancia. Se identificaron los niños nacidos de madres que perdieron a un hijo, cónyuge, hermano o un padre, durante o hasta 1 año antes del embarazo. En los resultados se asoció la pérdida de un hijo por parte de la madre con un mayor riesgo de parálisis cerebral en niños nacidos prematuros. Estos datos comprueban que el estrés muy grave en la vida prenatal podría aumentar la susceptibilidad de parálisis cerebral entre los niños nacidos prematuros o con retraso del crecimiento fetal.

Continuando con investigaciones referentes a partos prematuros y bajo peso al nacer Marrero (2007) encontró que las altas demandas y el bajo control que el trabajo genera a la embarazada, constituyen un factor de riesgo para el bajo peso al nacer. El trabajo físicamente demandante y las demandas laborales crecientes están influyendo no sólo en el peso al nacer, sino también en la vivencia de estrés laboral. Argumenta que ya el embarazo es en sí una época de cambios en las emociones y en el cuerpo de la mujer, y aunque estos sean deseables, generan estrés. Aquellas mujeres que se enfrentan a exigencias tanto en casa como en el trabajo y alcanza un grado excesivo puede ser perjudicial para una mujer embarazada, y no solo para ella sino también para el futuro bebé. Preciso, Goodman, S. H & Rouse, M. H. (2010) comentan que es relevante contemplar el importante rol que juega un embarazo saludable y la atención cálida de las madres en el desarrollo fetal e infantil, La depresión perinatal está asociada con problemas para los niños en múltiples aspectos del funcionamiento, una de las características observables es el aumento de la vulnerabilidad cognitiva en niños y niñas menores de cinco años para el desarrollo de depresiones u otros trastornos posteriores. Los resultados asociados incluyen temperamento infantil negativo, apego inseguro, dificultades en el desarrollo cognitivo y lingüístico, baja autoestima y pobres relaciones entre pares durante la primera infancia.

 La Vinculación afectiva prenatal y ansiedad durante últimos 3 meses de embarazo fue estudiada por Regina, Pérez y Brito (2004) que  analizaron las relaciones existentes entre el grado de satisfacción en la relación de pareja, los niveles de ansiedad de las parejas en espera del nacimiento de su hijo y el grado de vinculación efectiva prenatal, entendida como una corriente emocional positiva de unión entre los padres y el neonato. Se aplico el inventario de situaciones y respuestas de ansiedad (ISRA), el cuestionario de Áreas de Compatibilidad –Incompatibilidad en la pareja (GSP) y el Cuestionario para la evaluación vinculación de la Afectiva prenatal (EVAP) a 9 parejas. Dentro de los resultados encontrados, se indica que el grado de satisfacción con la pareja no tiene una relación significativa con los niveles en que se vincula el padre o madre con el bebé antes de que este nazca; en este caso el vínculo se ve reflejado en caricias, hablarle al bebé, y estimularlo. Los niveles de ansiedad de las mujeres regularmente causadas por la preocupación o miedo al parto, por el bienestar del bebé o suyo, el periodo de lactancia o miedo a no “dar la talla” como madre, tiene una relación significativa con el vinculo del cual hablábamos. Después de realizar estudios como el anterior  Alemany, J. M & Velasco, J. (2005), afirmaron que El embarazo no sólo es de dos, es decir, madre e hijo, sino también existe la participación del varón, se tienen perspectivas determinadas por sociedades y por momentos históricos, que a la madre se le tiene asignado el papel que la hace responsable de las tareas y cuidados relacionados con el nacimiento, donde generalmente se deja de lado los aspectos psicosociales inherentes al nacimiento de un nuevo ser humano,  incluyendo al padre sólo como  espectador o acompañante en el momento del parto.

Se puede afirmar que el riesgo prenatal es frecuente cuando se combinan, adicciones, estrés, mala alimentación, etc. Para monitorear si el desarrollo prenatal avanza normalmente existe el ultrasonido, la amniocentesis, para cuando hay sospecha de un trastorno genético, o el muestreo de vello coriónico, sin dejar de lado que la cirugía es otra manera de corregir problemas prenatales.

De acuerdo al entorno y la evidencia científica se exige considerar el nacimiento como un importante hecho biográfico y no como un hecho biológico que atañe a ambos padres, con importantes implicaciones y, por tanto, retos psicológicos y sociales para ambos.

Los resultados tienen implicaciones para los padres y madres en la medida en que les permite entender que la depresión perinatal debe ser tomada seriamente, reconocida y tratada. Las mujeres con historias de depresión podrían beneficiarse de intervenciones preventivas cuando ellas queden embarazadas o estén considerándolo, y así disminuir la probabilidad de sufrir una depresión perinatal. Los miembros de la familia pueden ayudar en la identificación de las primeras señales de depresión perinatal. Los proveedores de servicios quienes trabajan con mujeres embarazadas y mujeres en posparto juegan un rol importante al tener la habilidad, de facilitar un tratamiento pronto y efectivo. Existe una amplia gama de opciones de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.